CAMINO CATALÁN / CAMINO DE MONTSERRAT
Gracias a su situación geográfica, múltiples son los caminos que atraviesan Aragón en dirección a Santiago. Se conoce como Camino Catalán el tramo del Camino de Santiago que va del monasterio de Montserrat a Logroño, ciudad donde confluye con el Camino Francés. El también denominado Camino de Montserrat al paso por tierras Aragonesas cruza la estepa de Monegros de este a oeste.
El camino catalán, una vez agrupado en Lérida cruza Aragón buscando ya Zaragoza para remontar el curso del Ebro, y a Huesca para enlazar con el camino tradicional en dirección a Santiago de Compostela. Un primer ramal atraviesa la estepa de los Monegros, paisaje de agreste belleza y de importancia biológica por su insólita singularidad. El Camino de Montserrat entra en Aragón por Fraga, que conserva los restos de una villa romana, Villa Fortunatus, y varios edificios renacentistas. Desde aquí se puede llegar a Huesca pasando por el Real Monasterio de Santa María de Sijena, con una espectacular portada de 14 arquivoltas, y por Sariñena y su laguna, de gran riqueza ornitológica, optando luego por seguir hasta Huesca o bien volver hacia el valle en dirección a Zaragoza atravesando la sierra de Alcubierre, poblada por bosques de pino y sabina. Una vez en Zaragoza, el camino remonta el curso del río por la fértil ribera del Ebro hasta Tudela. Zaragoza ofrece al peregrino todos los servicios de una gran ciudad junto a un patrimonio cultural de 2.000 años: romano, en sus murallas, teatro y foro; islámico, en la Aljafería; medieval, en La Seo; mudéjar, en San Pablo, San Miguel, San Gil y La Magdalena; renacentista, en La Lonja, en Santa Engracia y en sus muchos palacios; barroco y mariano, en El Pilar; neoclásico; modernista; contemporáneo. Otro ramal llega a Barbastro y luego a Huesca, buscando la ruta de Puente La Reina, tras pasar bajo el elevado castillo de Monzón. Huesca, ciudad árabe, yantes romana, de gran importancia estratégica, conserva sus murallas junto a formidables ejemplos románicos como la iglesia San Pedro el Viejo, o góticos, como la Catedral. Además, su casco viejo invita a pasear por calles llenas de historia. |
|